portugués

Era tarde da noite. A vila já estava silenciosa, apenas o som distante do mar e o vento balançando suavemente as janelas de madeira quebrava a quietude. No quarto de Makino, Luffy finalmente abriu os olhos depois de dormir a tarde toda. Ele piscou algumas vezes, ainda sonolento, e olhou ao redor confuso. Reconheceu o lugar pelo cheiro suave de madeira e pelas flores que Makino sempre deixava num vaso no canto. “O quarto da Makino…” murmurou, sua voz rouca pelo choro anterior. Ele ficou alguns segundos deitado, tentando processar onde estava, até que seu olhar foi atraído pela janela. O luar entrava em feixes prateados, iluminando parte do quarto. Com esforço, Luffy saiu da cama. Seus pés descalços tocaram o chão frio. Ele notou um banquinho próximo, provavelmente deixado ali por Makino alcançar a prateleira mais alta. Sem pensar muito, arrastou o banquinho até a janela, subiu nele e apoiou os braços na beira da madeira. Seu olhar se voltou para o horizonte. As estrelas refletiam no mar tranquilo, e, ao longe, no porto, ele avistou a imponente silhueta do Red Force. O coração dele bateu mais rápido, mas um suspiro de alívio escapou de seus lábios. “Ainda estão aqui…” disse baixinho. Ficou encarando o navio por alguns minutos. As lembranças do dia mais cedo voltaram com força: as palavras que gritou, o soco em Shanks, a fuga desesperada. Seu estômago se revirou de culpa, e ele apertou a beira da janela com força. “Eu… falei coisas horríveis…” sussurrou para si mesmo, o peso do arrependimento começando a crescer dentro de si. Foi então que ouviu o rangido suave da porta do quarto se abrindo. Luffy levou um susto, desequilibrou-se e caiu do banquinho de costas, soltando um pequeno gemido. Rapidamente se sentou, arregalando os olhos para a porta. “Sh-Shanks?!” Na entrada, o ruivo apoiava-se no batente, sorrindo de leve, como se já esperasse encontrá-lo ali. “Ah, você está acordado. Que bom.” Ele entrou no quarto com passos tranquilos. Luffy instintivamente se encolheu um pouco, desviando o olhar para o chão, como se não soubesse como encarar o capitão. O silêncio tomou conta do quarto. O som distante das ondas batendo no cais parecia mais alto do que realmente era. Finalmente, Luffy abriu a boca, hesitante: “Shanks, eu—” Mas foi interrompido pela voz calma e séria do ruivo. “Luffy.” O garoto ergueu os olhos de imediato. Shanks o encarava fixamente, os olhos escuros e profundos como o mar noturno. Sua expressão era diferente da habitual. Não havia o sorriso zombeteiro, nem a leveza costumeira. Apenas seriedade. “Eu vou te fazer uma pergunta importante. E você só pode dar uma resposta.” Luffy engoliu em seco, confuso e um pouco nervoso. “U-uma pergunta…?” Shanks deu um passo mais perto. “Você quer vir conosco?” O silêncio foi absoluto. Os olhos de Luffy se arregalaram. Ele encarava Shanks sem conseguir acreditar no que tinha acabado de ouvir. “O-o quê?” gaguejou, a mente a mil. Shanks não desviou o olhar, firme. “Qual é a sua resposta, Luffy?” O coração do garoto disparou. O que Shanks estava dizendo? Por que agora? Depois de tudo o que tinha acontecido… depois de ter gritado com eles, depois de ter socado o próprio capitão… Por que Shanks estava oferecendo isso? “Eu… eu não entendo…” balbuciou. “Você não tá bravo comigo? Eu disse coisas horríveis, eu—” Shanks suspirou, mas seu tom continuou inabalável. “Não é isso que estou perguntando, Luffy. Eu só quero saber a sua resposta.” Luffy o encarava, tremendo, os olhos marejados. “Você… você não me odeia?” Shanks se aproximou mais, abaixando-se para ficar na altura do menino. Seu olhar se suavizou um pouco. “Eu nunca poderia odiar você.” As lágrimas que Luffy tentava segurar começaram a escorrer. Ele apertou as mãos contra o peito, como se tentasse segurar o coração que parecia querer explodir. “Então… então… eu posso mesmo?” Shanks manteve o olhar sério, mas com um calor escondido na voz. “É então, Luffy? Qual a sua resposta?” O garoto não conseguiu mais se conter. Em um impulso, correu até o ruivo e se atirou em seu pescoço, abraçando-o com toda a força que tinha. “Eu quero! Eu quero ir com vocês! Por favor, me leva!” Shanks o abraçou de volta, apertando-o contra si. O sorriso finalmente voltou a seus lábios, agora verdadeiro. “Vou considerar isso um sim.” Luffy chorava contra o ombro dele, mas dessa vez não era um choro de dor. Era um choro de alívio, de esperança. E, naquela noite silenciosa da Vila Foosha, Shanks compreendeu de uma vez por todas: aquele garoto já era, em todos os sentidos, um dos seus.

español

Era tarde en la noche. El pueblo ya estaba en silencio, solo el sonido distante del mar y el viento balanceará suavemente las ventanas de madera rompieron la quietud. En la habitación de Makino, Luffy finalmente abrió los ojos después de dormir toda la tarde. Parpadeó varias veces, todavía somnoliento, y miró a su alrededor confundido. Reconoció el lugar por el suave olor a madera y las flores que Makino siempre dejaba en un jarrón en la esquina. "La habitación de Makino ..." murmuró, su voz ronca para el grito anterior. Se quedó unos segundos acostados, tratando de demandar donde estaba, hasta que su mirada se sintió atraída por la ventana. La luz de la luna entró en las vigas plateadas, iluminando parte de la habitación. Con esfuerzo, Luffy se levantó de la cama. Sus pies descalzos tocaron el piso frío. Se dio cuenta de un taburete cercano, probablemente dejado allí para que Makino alcance el estante más alto. Sin pensar demasiado, arrastró el taburete a la ventana, lo subió y apoyó los brazos por la madera. Su mirada se volvió hacia el horizonte. Las estrellas se reflejaron en el tranquilo mar y, en la distancia, en el puerto, vio la imponente silueta de la fuerza roja. Su corazón golpeó más rápido, pero un suspiro de alivio escapó de sus labios. "Todavía están aquí ..." dijo suavemente. Miró el barco durante unos minutos.Los recuerdos del día anterior se volvieron con fuerza: las palabras que gritaron, el golpe en las vástagos, el escape desesperado. Su estómago rodó con culpa, y se apretó por la ventana con fuerza. "Yo ... dije cosas horribles ..." se susurró para sí mismo, el peso del arrepentimiento comenzó a crecer dentro de sí mismo. Fue entonces cuando escuchó el suave crujido de la puerta del dormitorio. Luffy estaba miedo, desequilibrado y cayó de su taburete trasero, dejando caer un pequeño gemido. Rápidamente se sentó, ampliando los ojos hacia la puerta. "¿Sh-Shank?" En la entrada, el pelirrojo se apoyó en la parada, sonriendo ligeramente, como si ya esperara encontrarlo allí. "Ah, estás despierto. Bien." Entró en la habitación con escalones tranquilos. Luffy instintivamente se encogió un poco, mirando hacia otro lado del suelo, como si no supiera cómo enfrentar al capitán. El silencio se hizo cargo de la habitación. El sonido lejano de las olas golpeando el muelle parecía más fuerte de lo que realmente era. Finalmente, Luffy abrió la boca, vacilante: "Shanks, yo ..." Pero fue interrumpido por la voz tranquila y seria del pelirrojo. "Luffy". El niño levantó la vista de inmediato. Shanks lo miró, sus ojos oscuros y profundos como el mar nocturno.Su expresión era diferente de lo habitual. No había una sonrisa burlona, ​​ni la ligereza habitual. Solo seriedad. "Te haré una pregunta importante. Y solo puedes dar una respuesta". Luffy tragó, confundido y un poco nervioso. "¿Una pregunta ...?" Shanks dio un paso más. "¿Quieres venir con nosotros?" El silencio era absoluto. Los ojos de Luffy se abrieron. Miró a los Shanks incapaces de creer lo que acababa de escuchar. "¿O-o qué?" tartamudeó, la mente mil. Shanks no se veía con firmeza. "¿Cuál es tu respuesta, Luffy?" El corazón del niño disparó. ¿Qué decía Shanks? ¿Por qué ahora? Después de todo lo que había sucedido ... después de haber gritado con ellos, después de haber golpeado al capitán mismo ... ¿por qué Shanks lo ofrecía? "Yo ... no entiendo ..." murmuró. "¿No estás enojado conmigo? Dije cosas horribles, yo ..." Shanks suspiró, pero su tono permaneció inquebrantable. "Eso no es lo que estoy preguntando, Luffy. Solo quiero saber tu respuesta". Luffy lo miró, temblando, con los ojos llorosos."¿Tú ... no me odias?" Shanks se acercó, inclinándose para permanecer a la altura del niño. Su mirada se suavizó un poco. "Nunca podría odiarte". Las lágrimas que Luffy intentó sostener comenzaron a drenar. Apretó sus manos contra su pecho, como si intentara sostener su corazón que parecía explotar. "Entonces ... entonces ... ¿puedo realmente?" Shanks mantuvo sus ojos en serio, pero con un calor oculto en su voz. "Eso es entonces, Luffy? ¿Cuál es tu respuesta?" El niño ya no podía contenerse. Con un empuje, corrió hacia la pelirroja y se arrojó alrededor de su cuello, abrazándolo con toda la fuerza que tenía. "¡Quiero! ¡Quiero ir contigo! ¡Por favor, llévame!" Shanks lo abrazó, apretándolo contra él. La sonrisa finalmente regresó a sus labios, ahora cierto. "Lo consideraré un sí". Luffy lloró contra su hombro, pero esta vez no fue un llanto de dolor. Fue un grito de alivio, de esperanza. Y esa noche silenciosa de Vila Foosha, Shanks entendió de una vez por todas: ese niño ya era, en todos los sentidos, uno de los suyos.

Traductor.com.ar ¿Cómo utilizo la traducción de texto portugués-español?

Asegúrese de cumplir con las reglas de redacción y el idioma de los textos que traducirá. Una de las cosas importantes que los usuarios deben tener en cuenta cuando usan el sistema de diccionario Traductor.com.ar es que las palabras y textos utilizados al traducir se guardan en la base de datos y se comparten con otros usuarios en el contenido del sitio web. Por esta razón, le pedimos que preste atención a este tema en el proceso de traducción. Si no desea que sus traducciones se publiquen en el contenido del sitio web, póngase en contacto con →"Contacto" por correo electrónico. Tan pronto como los textos relevantes serán eliminados del contenido del sitio web.


Política de Privacidad

Los proveedores, incluido Google, utilizan cookies para mostrar anuncios relevantes ateniéndose las visitas anteriores de un usuario a su sitio web o a otros sitios web. El uso de cookies de publicidad permite a Google y a sus socios mostrar anuncios basados en las visitas realizadas por los usuarios a sus sitios web o a otros sitios web de Internet. Los usuarios pueden inhabilitar la publicidad personalizada. Para ello, deberán acceder a Preferencias de anuncios. (También puede explicarles que, si no desean que otros proveedores utilicen las cookies para la publicidad personalizada, deberán acceder a www.aboutads.info.)

Traductor.com.ar
Cambiar pais

La forma más fácil y práctica de traducir texto en línea es con traductor portugués español. Copyright © 2018-2025 | Traductor.com.ar